"Cuando los europeos empezaron a desembarcar masivamente en el continente americano, éste se hallaba poblado por numerosas tribus (...) Eran una mescolanza de nómadas cazadores o de agricultores cuyo estadio de evolución comprendía grados muy diversos, algunos de ellos muy próximos a la idea que tenemos de cómo debían vivir nuestros antepasados en la prehistoria. Los españoles (y posteriormente los portugueses, italianos y franceses) diezmaron y explotaron a los habitantes del centro y sur del continente, pero no es menos cierto que también se mezclaron con ellos (...) y con el tiempo dieron lugar a una nueva raza, la criolla, que se convertiria en artífice de la independencia de nuevas naciones (...) Sin embargo, este proceso no se dio en el norte de América ocupado por pueblos mucho más racistas, como el británico o el holandés. Si los indios fueron expoliados en el centro y sur, en el norte fueron acosados y perseguidos como perros rabiosos, hasta el exterminio de tribus enteras, o peor, hasta su reducción a una verdadera muerte en vida en reservas miserables donde aún hoy malviven muchos de ellos.(...)
El ser mitológico más popular entre las numerosas tribus de Norteamérica, se trata de un dios único y primigenio a partir del cual surge toda la creación, una divinidad suprema conocida como Gran Espíritu, el famoso Gitchi Manitú como le llamaban los algonquinos, o Wakan Tanka para los lakotas.
Para los lakotas, Wakan Tanka se dividió así mismo para manifestarse en cuatro tipos diferentes de entidades: los dioses superiores, los asociados, los afines y los que-se-parecen-a-los-dioses. Cada uno de estos grupos encarnaba un aspecto diferente de la misma divinidad. En el primer grupo figuran el Sol, el Cielo y la Tierra, por ejemplo. En el segundo encontramos a otros como la Luna, el Viento o el Pájaro Trueno. En el tercero figuran los seres humanos que según la leyenda son primos hermanos de los Osos, pero también otros seres como el búfalo o los Cuatro Vientos. Y en el cuarto tenemos a extraños genios como Nagi (el fantasma de los muertos), Nagila (una especie de sombra, relacionada con el alma), Niya (la vida o el hálito vital) y Sicun (el poder espiritual)...
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Para los pawnees, el primer ser humano fue un hombre, hijo de la cohabitación entre el Sol y la Luna, ordenada al efecto por el Gran Espíritu en persona. Según el mismo relato, la primera mujer nació como hija de las Estrellas Matutina y Vespertina. Por esta razón el hombre y la mujer se parecen entre sí (ambos deben su existencia a los seres celestiales) pero no son iguales (pues sus progenitores no son los mismos). Sin embargo los iroqueses, hablan de unas misteriosas Gentes del Cielo, unas divinidades que descendieron a la Tierra en los albores de los tiempos y aseguran que el primer antepasado del ser humano como tal fue una hija de estos desconocidos seres, de la cual descenderían todos los hombres y mujeres hoy día. Navajos y hurones también apuestan por la existencia de una primera antepasada y no antepasado. En los mitos de los hopis encontramos rastros de su conexión con las culturas más al sur puesto que los responsables de la creación son dos dioses gemelos que además utilizan barro para crear, primero los animales y, luego, los seres humanos. Una vez moldeadas las figuras, les conceden la vida gracias a su hálito o soplo de vida divino expresado a través del cántico ritual. Otra leyenda hopi asegura que cuando nuestro universo fue creado existían cuatro mundos: uno en la superficie y tres más por debajo en capas sucesivas. Lo hombres primitivos vivían en la más profunda, en extensas cuevas que con el tiempo llegaron a estar tan superpobladas, sucias e inhabitables que los dioses gemelos bajaron allí con una muestra de cada una de las plantas del mundo; su esperanza era que entre todas hubiese alguna cuyo tallo fuera lo suficientemente alto y resistente como para permitir a aquellos humanos primerizos trepar por ella hasta un mundo superior, a fin de que vivieran mejor, con más holgura. Al fin, consiguieron escalar gracias a la caña, hasta que alcanzaron el segundo mundo. Allí continuaron su vida pero, al cabo de cierto número de años, se encontraron con el mismo problema. De nuevo usaron la caña para escalar a la tercera cueva. Allí los dioses gemelos facilitaron el fuego a lso hombres y gracias a su luz las condiciones de vida mejoraron mucho; se construyeron casas y la gente pudo viajar. Cuando también este mundo se quedó pequeño, no hubo más remedio que subir hasta el cuarto mundo, el de la superficie, donde hoy vivimos.
En la mitología norteamericana, los animales desempeñan un papel muy importante, como corresponde a unas gentes que estaban en continua relación con la naturaleza. Dos de los más importantes son el Lobo y el Coyote, por sí mismos o como símbolos de actitudes animales, de dioses o incluso de pueblos. Así una leyenda muy popular sobre el origen de la muerte cuenta que el Lobo se pasaba la vida intentando fastidiar al Coyote y un día, en tiempos inmemoriales, le dijo que cuando una persona fallecía podía devolvérsele la vida disparando una flecha sobre la tierra que había debajo. El Coyote replicó desestimando esta ocurrencia: era necesario terminar con semejante regla porque si toda la gente muerta pudiera recobrar la vida, el mundo acabaría superpoblado y se convertiría en un lugar imposible para vivir. La muerte se hacía por tanto necesaria e implacable... El Lobo aceptó sumiso el razonamiento y poco después provocó la muerte del hijo del Coyote. Triste y desolado, éste fue a verlo para recordarle sus palabras sobre la capacidad de revivir con una flecha, pero el Lobo a su vez contraatacó con el argumento de que todo en la tierra debía morir. El Coyote sólo pudo aceptar la amarga conclusión que él mismo forjara. Desde entonces así ha sido y la muerte se ha convertido en el final normal de todos los seres.
Esta leyenda, como la de los cuatro mundos de los hopis, muestra un aspecto importante en la vida de estas tribus: la necesidad de espacio para la supervivencia. La vida no puede desarrollarse constreñida en un agujero. Necesita variedad, multiplicidad, renovación... es como un torrente de agua que se derrama sin límite (y de ahí que encerrarles en reservas fue la peor tortura que se pudo idear para los indios, que nunca entendieron cómo los blancos podían vivir felices siempre en la misma casa en el mismo sitio) Son numerosas las historias, reales, de indios ancianos que han sido abandonados a petición propia durante alguno de los interminables nomadeos de su tribu al sentir que se acercaba su final y con el deseo de recibirlo solo y en paz, sin causar molestias ni retrasos a los demás. De esta forma, la muerte llegó a formar parte indisoluble del sistema de pensamiento indio. Un grito de guerra muy corriente que ha llegado hasta nosotros debido a la impresión que causaba entre los anglosajones que se enfrentaron con ellos rezaban: "Hoy es un hermoso día para morir". En general, los pueblos tachados de "primitivos" aceptaban la idea de la vida y de la muerte con mucha mayor naturalidad y lógica que nuestra Gran Civilización Moderna, pues la ven reflejada constantemente en su existencia y por tanto, es algo natural para ellos.(...) De todas formas, no existen demasiados mitos sobre la vida de ultratumba, porque ellos se tenían a sí mismos por un pueblo vital más que otra cosa, interesado por la existencia del aquí y el ahora. Al más allá se lo califica como "las Grandes Praderas"
Animales y Chamanes
Esta leyenda, como la de los cuatro mundos de los hopis, muestra un aspecto importante en la vida de estas tribus: la necesidad de espacio para la supervivencia. La vida no puede desarrollarse constreñida en un agujero. Necesita variedad, multiplicidad, renovación... es como un torrente de agua que se derrama sin límite (y de ahí que encerrarles en reservas fue la peor tortura que se pudo idear para los indios, que nunca entendieron cómo los blancos podían vivir felices siempre en la misma casa en el mismo sitio) Son numerosas las historias, reales, de indios ancianos que han sido abandonados a petición propia durante alguno de los interminables nomadeos de su tribu al sentir que se acercaba su final y con el deseo de recibirlo solo y en paz, sin causar molestias ni retrasos a los demás. De esta forma, la muerte llegó a formar parte indisoluble del sistema de pensamiento indio. Un grito de guerra muy corriente que ha llegado hasta nosotros debido a la impresión que causaba entre los anglosajones que se enfrentaron con ellos rezaban: "Hoy es un hermoso día para morir". En general, los pueblos tachados de "primitivos" aceptaban la idea de la vida y de la muerte con mucha mayor naturalidad y lógica que nuestra Gran Civilización Moderna, pues la ven reflejada constantemente en su existencia y por tanto, es algo natural para ellos.(...) De todas formas, no existen demasiados mitos sobre la vida de ultratumba, porque ellos se tenían a sí mismos por un pueblo vital más que otra cosa, interesado por la existencia del aquí y el ahora. Al más allá se lo califica como "las Grandes Praderas"
Animales y Chamanes
Los chamanes son persojes fundamentales en la sociedad india. Su interacción constante con el mundo animal les permite, entre otras cosas convertirse en algún tipo de bestia., pero estas también pueden utilizar sus trucos. Así lo hace el Coyote, animal popular entre los indios norteamericanos debido a su astucia, su instinto de supervivencia y su multiplicidad de funciones, cuando en una de las leyendas que protagoniza emplea un Pabellón del Sudor- éste es una especie de sauna que se construye con piedra y en la cual se llevan a cabo diversos rituales de sanación física o purificación espiritual-.En la época a la que se refiere el relato, los gigantes aún deambulaban por la tierra. Estos seres, tan crueles y fuertes como estúpidos eran aficionados a devorar niños. Un día el Coyote se encuentra con uno de ellos y decide castigarlo. Le convence con facilidad para construir y probar junto un Pabellón, bajo la promesa de que allí multiplicará su agilidad y su fuerza hasta límites insospechados. Una vez que el interior se llena de vapor de agua, el Coyote anuncia que va a comprobar si funciona de la forma correcta. Para ello se romperá una pata, que tendrá que sanar de inmediato por el poder de la magia. Utiliza una piedra para machacar la pata... que en realidad ha despellejado previamente a un ciervo y ha introducido a escondidas. En plena sauna y sin ver gran cosa, el ogro toca la pata rota y, completamente engañado, escucha cómo el Coyote escupe sobre ella y le ordena que se cure.A continuación ofrece su pata verdadera al tacto del gigante y éste se maravilla al comprobar que está ilesa.Entonces le pregunta si quiere repetir el milagro en sus propias carnes y él acepta entusiasmado. Con la misma piedra, el Coyote rompe una de las piernas del gigante que aúlla de dolor pero no protesta porque confía en la buena marcha del experimento y le explica que sólo ha de escupir sobre ella para solucionar el asunto... Así que el ogro escupe y escupe hasta quedarse sin saliva pero aquello no cura y además el dolor se hace insoportable por momentos. El Coyote salió entonces de la estancia con un simple comentario: "Tú sigue escupiendo". Y se fue. Hay quien dice que el gigante sigue allí todavía llenándose de babas y sufriendo dolores horrorosos en castigo a su maldad.
El coyote es tan importante en la mitología india que incluso existe un espíritu tutelar, un tótem específico que marca el camino del Coyote. Una ceremonia de curación de los navajos en la que intervienen personificaciones enmascaradas de los dioses está recomendada de forma especial si algún miembro de la tribu sufre la llamada "enfermedad del coyote" que aparece con facilidad si uno mata a uno de estos animales. Como sucede con nuestros familiares hombres-lobo.
Otro "clásico"en la mitología animal india es el Pájaro Trueno, materialización del espíritu del trueno que para muchas tribus fue la primera manifestación divina sobre la tierra: una especie de enorme águila cuyos ojos o pico producen centellas y su batir de alas es atronador. Conocido también como Wakinyan y considerado como ayudante directo del Gran Espíritu, cuenta en consecuencia con poderes creadores y destructores de gran alcance. En algunas leyendas adquiere forma humana. Ciertas tribus hablan de cuatro Pájaros Trueno, uno por cada parte del mundo. (...) Como un Prometeo americano se encargó de regalar el fuego a los primeros hombres con la ayuda del Dios del Trueno que envió un rayo para que prendiera el tronco de un árbol hueco, y de la Araña del Agua, que tejió una tela en forma de pequeña vasija y se la colocó en la espalda para transportar uno de los rescoldos.
Finalmente, el animal más próximo a nosotros, según los propios indios es el oso, que a veces camina sobre dos patas y tiene un esqueleto parecido al de los seres humanos, pero de mayor tamaño. En buen número de leyendas los osos aparecen como una raza desgajada de la humana que usa indistintamente sus pieles de hombre o de plantígrado según las circunstancias. (...)
La existencia del chamán es una de las principales pruebas que se aducen para conectar a los indios norteamericanos con los antiguos habitantes de las estepas siberianas. Máxima autoridad médica y, sobre todo, religiosa, es intermediario imprescindible para los hombres en un mundo en el que los espíritus y los animales se manifiestan a menudo. Para asumir las responsabilidades que se le presentan en el ejercicio de sus funciones, debe disfrutar de unas cualidades poco corrientes que incluyen desde conocimientos sobre los efectos y las aplicaciones de todo tipo de plantas silvestres sobre el cuerpo humano hasta una amplia sabiduría acerca de la psicología de las personas pasando, por supuesto, por un grado básico de misticismo personal. De él dependen muchas de las decisiones de su pueblo (...). En lo que se refiere a sus trabajos de carácter mágico, quizá uno de los más conocidos sea el de adquirir la visión de un espíritu guardián que por lo general se le aparece en forma de animal o a veces de elemento natural para aconsejarle. Este animal "etéreo" presta sus ojos para que la mente del chamán vea a través de ellos lo que ocurre lejos de allí. El brujo se aísla como un ermitaño en un lugar remoto donde se somete a un proceso que alterna el ayuno y la oración. Sólo los verdaderos chamanes pueden concluir con éxito esta labor de intermediación entre el mundo humano y el mundo de lo sagrado. (...) Entre sus poderes también se halla el de entrar en trance a voluntad para viajar al mundo sagrado, a la tierra de los muertos, a fin de solicitarles ayuda y consejo en circunstancias críticas, curar a los enfermos y prever los mejores sitios para enviar a los guerreros a cazar con éxito. El cuadro lo completa el tocado de búfalo o de águila "muy corrientes en numerosas tribus, como animales especialmente protectores de los indios" que usaban en los ceremoniales.
Mitos navajos
Los navajos son los nativos norteamericanos más numerosos en la actualidad repartidos entre Arizona, Nuevo México y Utah. Gran parte de sus leyendas se basan en las de sus precedentes, los hopis. Se supone que emigraron de Canadá y llegaron a la región donde hoy viven antes del año 1300 d.C.Sus relatos hablan a menudo de héroes que parten en busca de algún secreto, como por ejemplo, el de la curación de la mordedura de un tipo concreto de serpiente, o simplemente se pierden, y en el curso de sus vagabundeos encuentran la solución correcta, por lo común de manos de algún dios. Logrado su objetivo y tras haber aprendido la ceremonia adecuada, regresan a su hogar para enseñarla a los suyos después parten de nuevo para reencontrarse con los dioses (...)
Una de las tradiciones navaja más conocidas habla de dos gemelos hijos de una muchacha y del Dios Hablante, el Jefe de los dioses Yei.El caso es que los gemelos son hartos traviesos y se pasan el día escapando del hogar hasta que un dia son aplastados por un desprendimiento de rocas: el mayor queda ciego, y el menor, cojo. Como se han convertido en una carga para su pobre familia, de acuerdo con las costumbres indias se les pide que se marchen y perezcan o bien aprendan a sobrevivir por su cuenta. Obedecen y abandonan a su familia y a sus amigos, pero en lugar de sentarse a esperar la muerte van en busca de los dioses. El Dios Hablante se compadece entonces de ellos y les revela su paternidad. A continuación, convence a las otras divinidades para preparar una ceremonia de curación en el Pabellón del Sudor con una condición: los gemelos no podrán hablar ni una sola palabra en su interior. El ritual se lleva a cabo con éxito y los gemelos se curan, pero es tanta su alegría al verse otra vez en perfectas condiciones que empiezan a gritar de júbilo y de esta forma violan el tabú impuesto.¡En ese mismo instante el Pabellón se desvanece y , con él, la magia divina! Reducidos otra vez a la condición de tullidos y desesperados por su nuevo error, los hermanos pasan mucho tiempo rogando y orando a los dioses para que les concedan una nueva oportunidad. Al fin logran que se repita la ceremonia, de nuevo con éxito. Esta vez se comportan de la forma adecuada y agradeciendo la curación, regresan juntos a su tribu. Los suyos se maravillan ante lo que ha pasado y les piden aprender el ritual. Los gemelos se lo enseñan antes de decidir regresar con los dioses para asumir su nuevo papel como espíritus guardianes de la tormenta y los animales...
Este relato nos demuestra la importancia que concedían los navajos a la correcta ejecución de sus prácticas mágicas y a las obligaciones religiosas en general. Los cantos no son simples fragmentos musicales sino fórmulas mágicas completas. Elemento complementario son las famosas pinturas elaboradas con pigmentos de colores sobre arena blanca que aún hoy confeccionan los viejos de la tribu.
Mitos Lakotas
A los Lakotas debemos un mito formal de la creación protagonizado por Wakan Tanka o El Gran Misterio, el primero de los dioses, cuyo espiritu se depositó mucho tiempo atrás en Inyan o Roca, una manifestación animada de su divinidad. En aquel momento no existía nada más a excepción de Han, la Oscuridad. Inyan quiso emplear sus poderes pero no había ningún sitio donde hacerlo. Así que echó mano del elemento mágico por excelencia, su propia sangre, para crear con ella a la diosa Maka, compuesta por la tierra y el agua. De ella surgió a su vez, Skan el Cielo, cuyo borde delimitó la extensión de la propia Maka. Más tarde Skan creó a Wi, el Sol, y también a la Noche y les ordenó que se sucedieran el uno al otro en lo más alto del cielo. Reuniendo entonces a Inyan, a Maka y Wi, Skan asumió el papel de jefe de los dioses. A partir de aquel momento, cada uno de los cuatro se encargó de un elemento diferente y entre todos terminaron de construir el mundo: Inyan es la roca fruto de la tierra, Maka contiene en sí el agua, Wi es el fuego solar y Skan el aire del cielo
Fumar la pipa sagrada constituye una de las ceremonias más antiguas y extendidas entre lo pueblos de las llanuras y de otras regiones y forma parte también de un uso tradicional, religioso y controlado de la droga en toda la antigüedad que ha sido adulterado hasta la degeneración en la civilización occidental moderna. De hecho, una pipa en condiciones está decorada con plumas y dibujos que reflejan los espíritus y visiones personales de su dueño, y compartirla reafirma los vínculos que unen a la familia, la tribu y el universo.
Según el mito, narra que hace tantos inviernos, tantos que no se pueden ya recordar, una bella y misteriosa mujer vestida de ante blanco y con un fardo a la espalda se acercó a dos cazadores. Uno de ellos la deseó sexualmente y con esa intención la abordó, pero antes de que pudiera intentar nada quedó reducido a huesos. La mujer le indicó al otro hombre que quería hablar con su jefe cuanto antes y que antes de marchar a avisarle preparara un tipi para ella. Asustado, el superviviente obedeció. El jefe se presentó lleno de curiosidad. Entonces la mujer se reveló a sí misma con el nombre de Búfalo Blanco y desenvolvió el fardo, del que extrajo la primera pipa junto con una pequeña piedra redondeada. Anunció que se trataba de un elemento sagrado que servía para comunicar las oraciones, las ansiedades y los agradecimientos de su pueblo a Wakan Tanka, por lo que no debía ser visto por ningún hombre impuro. La cazoleta de la pipa era de piedra roja y era una imagen de la tierra. Un búfalo joven grabado en ella representaba a todos los seres de cuatro patas. El cañón, de madera simbolizaba todo lo que crece. Las doce plumas que colgaban de ella pertenecían al águila moteada en representación de todos los seres del aire. Y los siete círculos tallados en la piedra redondeada recordaban los siete rituales diferentes en los que podía utilizarse la pipa (El primero de ellos, para liberar el alma de un difunto o guardarla protegida durante varios años hasta que se garantizara su llegada al mundo de los espiritus. El segundo para la purificación en el Pabellón del Sudor. El tercero, para facilitar la visión sagrada. El cuarto, para la ceremonia conocida como la Danza del Sol que se ejecuta a principios del verano entre los que desean obtener poder espiritual- la tribu formaba un amplio círculo alrededor de un poste simbólico que une el mundo por encima de la tierra y el mundo por debajo y los guerreros bailan alrededor hasta entrar en trance místico o desmayarse por agotamiento-. El quinto, para la unión ritual de dos amigos con un vínculo espiritual o para fortalecer a la familia. El sexto, para la importante ceremonia de la pubertad femenina que marca el paso de niña a mujer. El séptimo y último, para la consecución directa de la sabiduría en unión con Wakan Tanka). Tras explicar los usos diversos de tan mágico instrumento, Búfalo Blanco anuncia su partida no sin antes dejar recado de que algún dia regresaría. Mientras contemplaba cómo se alejaba, el fascinado jefe lo vio transformarse en un joven búfalo rojo y pardo y, enseguida, en otro búfalo adulto y negro. El animal inclinó su cabeza hacia los cuatro cuartos del universo y desapareció montaña adelante.
Y no podíamos olvidar los postes totémicos. Estas imágenes talladas (...) se supone que representan a los seres animales que fundaron el clan de la tribu, ayudándole y concediéndole poder. Luego existían otros postes, similares a los totémicos pero con funciones más definidas: los conmemorativos, erigidos como monumentos útiles en el proceso de selección de un nuevo jefe; los mortuorios, junto a la tumba de un jefe; y los llamados "de portal", ante la puerta de la casa del clan, con una gran abertura que simboliza la entrada hacia el mundo sobrenatural. De una forma u otra cada poste es un nexo de unión entre la tierra donde se clava y el cielo hacia el que aspira, por lo que su mismo diseño tiene una función espiritual implícita".
Los navajos son los nativos norteamericanos más numerosos en la actualidad repartidos entre Arizona, Nuevo México y Utah. Gran parte de sus leyendas se basan en las de sus precedentes, los hopis. Se supone que emigraron de Canadá y llegaron a la región donde hoy viven antes del año 1300 d.C.Sus relatos hablan a menudo de héroes que parten en busca de algún secreto, como por ejemplo, el de la curación de la mordedura de un tipo concreto de serpiente, o simplemente se pierden, y en el curso de sus vagabundeos encuentran la solución correcta, por lo común de manos de algún dios. Logrado su objetivo y tras haber aprendido la ceremonia adecuada, regresan a su hogar para enseñarla a los suyos después parten de nuevo para reencontrarse con los dioses (...)
Una de las tradiciones navaja más conocidas habla de dos gemelos hijos de una muchacha y del Dios Hablante, el Jefe de los dioses Yei.El caso es que los gemelos son hartos traviesos y se pasan el día escapando del hogar hasta que un dia son aplastados por un desprendimiento de rocas: el mayor queda ciego, y el menor, cojo. Como se han convertido en una carga para su pobre familia, de acuerdo con las costumbres indias se les pide que se marchen y perezcan o bien aprendan a sobrevivir por su cuenta. Obedecen y abandonan a su familia y a sus amigos, pero en lugar de sentarse a esperar la muerte van en busca de los dioses. El Dios Hablante se compadece entonces de ellos y les revela su paternidad. A continuación, convence a las otras divinidades para preparar una ceremonia de curación en el Pabellón del Sudor con una condición: los gemelos no podrán hablar ni una sola palabra en su interior. El ritual se lleva a cabo con éxito y los gemelos se curan, pero es tanta su alegría al verse otra vez en perfectas condiciones que empiezan a gritar de júbilo y de esta forma violan el tabú impuesto.¡En ese mismo instante el Pabellón se desvanece y , con él, la magia divina! Reducidos otra vez a la condición de tullidos y desesperados por su nuevo error, los hermanos pasan mucho tiempo rogando y orando a los dioses para que les concedan una nueva oportunidad. Al fin logran que se repita la ceremonia, de nuevo con éxito. Esta vez se comportan de la forma adecuada y agradeciendo la curación, regresan juntos a su tribu. Los suyos se maravillan ante lo que ha pasado y les piden aprender el ritual. Los gemelos se lo enseñan antes de decidir regresar con los dioses para asumir su nuevo papel como espíritus guardianes de la tormenta y los animales...
Este relato nos demuestra la importancia que concedían los navajos a la correcta ejecución de sus prácticas mágicas y a las obligaciones religiosas en general. Los cantos no son simples fragmentos musicales sino fórmulas mágicas completas. Elemento complementario son las famosas pinturas elaboradas con pigmentos de colores sobre arena blanca que aún hoy confeccionan los viejos de la tribu.
Pinturas de arena navajas. Más información click aqui |
Mitos Lakotas
A los Lakotas debemos un mito formal de la creación protagonizado por Wakan Tanka o El Gran Misterio, el primero de los dioses, cuyo espiritu se depositó mucho tiempo atrás en Inyan o Roca, una manifestación animada de su divinidad. En aquel momento no existía nada más a excepción de Han, la Oscuridad. Inyan quiso emplear sus poderes pero no había ningún sitio donde hacerlo. Así que echó mano del elemento mágico por excelencia, su propia sangre, para crear con ella a la diosa Maka, compuesta por la tierra y el agua. De ella surgió a su vez, Skan el Cielo, cuyo borde delimitó la extensión de la propia Maka. Más tarde Skan creó a Wi, el Sol, y también a la Noche y les ordenó que se sucedieran el uno al otro en lo más alto del cielo. Reuniendo entonces a Inyan, a Maka y Wi, Skan asumió el papel de jefe de los dioses. A partir de aquel momento, cada uno de los cuatro se encargó de un elemento diferente y entre todos terminaron de construir el mundo: Inyan es la roca fruto de la tierra, Maka contiene en sí el agua, Wi es el fuego solar y Skan el aire del cielo
Fumar la pipa sagrada constituye una de las ceremonias más antiguas y extendidas entre lo pueblos de las llanuras y de otras regiones y forma parte también de un uso tradicional, religioso y controlado de la droga en toda la antigüedad que ha sido adulterado hasta la degeneración en la civilización occidental moderna. De hecho, una pipa en condiciones está decorada con plumas y dibujos que reflejan los espíritus y visiones personales de su dueño, y compartirla reafirma los vínculos que unen a la familia, la tribu y el universo.
Pipas sioux, para ver más fotos de la colección click aquí |
Según el mito, narra que hace tantos inviernos, tantos que no se pueden ya recordar, una bella y misteriosa mujer vestida de ante blanco y con un fardo a la espalda se acercó a dos cazadores. Uno de ellos la deseó sexualmente y con esa intención la abordó, pero antes de que pudiera intentar nada quedó reducido a huesos. La mujer le indicó al otro hombre que quería hablar con su jefe cuanto antes y que antes de marchar a avisarle preparara un tipi para ella. Asustado, el superviviente obedeció. El jefe se presentó lleno de curiosidad. Entonces la mujer se reveló a sí misma con el nombre de Búfalo Blanco y desenvolvió el fardo, del que extrajo la primera pipa junto con una pequeña piedra redondeada. Anunció que se trataba de un elemento sagrado que servía para comunicar las oraciones, las ansiedades y los agradecimientos de su pueblo a Wakan Tanka, por lo que no debía ser visto por ningún hombre impuro. La cazoleta de la pipa era de piedra roja y era una imagen de la tierra. Un búfalo joven grabado en ella representaba a todos los seres de cuatro patas. El cañón, de madera simbolizaba todo lo que crece. Las doce plumas que colgaban de ella pertenecían al águila moteada en representación de todos los seres del aire. Y los siete círculos tallados en la piedra redondeada recordaban los siete rituales diferentes en los que podía utilizarse la pipa (El primero de ellos, para liberar el alma de un difunto o guardarla protegida durante varios años hasta que se garantizara su llegada al mundo de los espiritus. El segundo para la purificación en el Pabellón del Sudor. El tercero, para facilitar la visión sagrada. El cuarto, para la ceremonia conocida como la Danza del Sol que se ejecuta a principios del verano entre los que desean obtener poder espiritual- la tribu formaba un amplio círculo alrededor de un poste simbólico que une el mundo por encima de la tierra y el mundo por debajo y los guerreros bailan alrededor hasta entrar en trance místico o desmayarse por agotamiento-. El quinto, para la unión ritual de dos amigos con un vínculo espiritual o para fortalecer a la familia. El sexto, para la importante ceremonia de la pubertad femenina que marca el paso de niña a mujer. El séptimo y último, para la consecución directa de la sabiduría en unión con Wakan Tanka). Tras explicar los usos diversos de tan mágico instrumento, Búfalo Blanco anuncia su partida no sin antes dejar recado de que algún dia regresaría. Mientras contemplaba cómo se alejaba, el fascinado jefe lo vio transformarse en un joven búfalo rojo y pardo y, enseguida, en otro búfalo adulto y negro. El animal inclinó su cabeza hacia los cuatro cuartos del universo y desapareció montaña adelante.
Y no podíamos olvidar los postes totémicos. Estas imágenes talladas (...) se supone que representan a los seres animales que fundaron el clan de la tribu, ayudándole y concediéndole poder. Luego existían otros postes, similares a los totémicos pero con funciones más definidas: los conmemorativos, erigidos como monumentos útiles en el proceso de selección de un nuevo jefe; los mortuorios, junto a la tumba de un jefe; y los llamados "de portal", ante la puerta de la casa del clan, con una gran abertura que simboliza la entrada hacia el mundo sobrenatural. De una forma u otra cada poste es un nexo de unión entre la tierra donde se clava y el cielo hacia el que aspira, por lo que su mismo diseño tiene una función espiritual implícita".
Articulo extraido del libo "Antiguos Mitos Americanos" de Pedro Pablo G. May. Acento Editorial, 1998
2 comentarios:
Ralmente interesante. Muchas gracias por compartir la información. Además del libro citado, podrías recomendarme algún otro libro a cerca de los mitos, leyendas, tradiciones, etc. de los nativos norteamericanos? muchas gracias de antemano.
Hola me gustaria que me sacaras una duda ¿conoces alguna tribu. Que en sus ritos su chaman se pusiera a modo de mascara la cabeza de un pajaro negro? Si es asi ¿me podrias indicar donde lo puedo observar?. Gracias
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